sábado, 30 de julho de 2011
BÊNÇÃO
bendición
Tener dinero y no tener
pagar quedar a deber
ir a los bares del Bairro Alto
beber en los bares en las casetas
con los bolsillos llenos de guita
después dejar caer la guita por los bolsillos
perder las gafas em Lisboa
andar a lo tonto en plan rock-star
regresar sin saber cómo
comprar dos billetes en vez de uno
uno a Oporto otro a Coimbra
viajar jodido del coco del estómago de la tripa
entrar, salir y después caer en la cama
sin luz sin ganas
y después regresar a Zaratustra
al poeta-mago
al cielo al sol a la luz
a las mujeres a las que quieres
a las muñecas que cortas que hieres
a la prudencia que mandas a tomar por saco
gira el taco
y vuelve al fútbol
el circo máximo de antaño
cuando caminabas por Roma
entre Cicerón y Augusto
rey muerto, rey puesto
en trance por Lisboa
al azar a la deriva a suertes
como Pessoa
y, durante dos horas,
no sabes lo que has hecho
dónde has estado
con quién has estado
se ha quedado todo en blanco
hoy vas camino de lo mismo
pero no tienes guita
y esto no es Lisboa
ni tú eres el príncipe de Macedonia
solo hay goles y locos que festejan
nubes que perturban — así hablaba Zaratustra
y tú amas las alturas
amas realmente las alturas
y hasta a la Humanidad
pero no soportas la pequeñez de los hombres
eres de aquellos que sabes
no hay nada que hacer
aunque vayas por caminos rectos
habrá al final noches, días en los que seguirás
las calles tortuosas
porque sabes que ese es el camino del Cielo
no el cielo de Dios, de Alá o de Cristo
sino el Cielo de Nietzsche, de Blake, de Rimbaud,
de todos los malditos
Benditos sean los malditos
benditos sean los que buscan
la luz entre las tinieblas
benditos sean los que te aman
benditos los que enloquecen
porque la locura de los que se curvan
no es locura, es dolencia.
Versão de Maria Alonso Seisdedos
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